¿Sabías que...?
El ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) prefiere las plantas jóvenes, y suele aparecer en los brotes más jóvenes. Esta pequeña plaga, presente en los cultivos de invernadero durante todo el año, puede causar deformaciones en las plantas y retraso en su crecimiento. De hecho, si no se controla a tiempo, a menudo se obtienen plantas sin valor comercial, frutos descoloridos y hasta pérdida del fruto.
Señales y síntomas
Las infestaciones de amplio alcance deben tomarse en serio, ya que el ácaro blanco, al alimentarse, puede causar deformaciones en las hojas tiernas, los ápices de crecimiento y los capullos de flores, así como retraso en el desarrollo, caída de las hojas, fragilidad de la planta, frutos descoloridos y manchas cobrizas o violáceas en las hojas.
Las infestaciones graves pueden provocar una caída prematura del fruto e incluso aniquilar la planta. Las toxinas que contiene la saliva de estos ácaros provocan una disminución general significativa de la salud y la calidad vegetal. Los síntomas suelen continuar siendo visibles durante varias semanas después de controlar la plaga.
Hospedadores de la plaga
El ácaro blanco aparece en muchos cultivos frutales, hortícolas y ornamentales en los trópicos, y también en invernaderos de las regiones templadas. Algunos hospedadores comunes son los pimientos, las berenjenas, el algodón, los cítricos, los aguacates y las guayabas.
Aspecto
El ácaro blanco es diminuta y casi imposible de observar a simple vista; como mejor se percibe es con una lupa de mucho aumento o un microscopio. Tiene ocho patas, y el cuerpo, de forma abultada y ovalada, puede ser de color ámbar, amarillo o verde.
Los huevos, elípticos e incoloros, tienen unos mechones microscópicos que les dan un aspecto moteado. Los ejemplares inmaduros tienen una forma aplanada, con solo seis patas en la etapa más temprana, y se mueven con lentitud.
La mayoría de los ácaros blancos se encuentran en el envés de las hojas jóvenes y en crecimiento.
Ciclo de vida
El ácaro blanco pone los huevos en el envés de las hojas o en las hendiduras de los frutos. Eclosionan a los 2 o 3 días, y las larvas comienzan a alimentarse. Al cabo de otros pocos días, se convierten en ninfas quiescentes (sedentarias, que no se alimentan). Cuando llegan al final de la etapa quiescente, los machos adultos transportan a las hembras a hojas jóvenes, donde se reproducen y vuelve a comenzar el ciclo de vida.
Curiosamente, para dispersarse mejor, estos ácaros a menudo se unen a insectos alados como la mosca blanca.
Soluciones
El ácaro blanco se puede controlar eficazmente con un programa de MIP que combine productos Biobest: Californicus-System, Andersoni-System, Swirskii-(Breeding)-System y Amblyseius-System.